OPIS
Después de atravesar el puente Powstanców sobre el río Vístula, me encuentro ya en Podgórze. Es un barrio de Cracovia, situado a la orilla derecha del gran río, donde se cruzaban las rutas comer- ciales hacia Hungría y Rusia. Ocupado por los austríacos después de la primera partición de Polonia (1772), en el ano 1784 obtuvo los derechos de ciudad gracias al privilegio del emperador José II. Los austríacos siempre tuvieron la intención de transformar Podgórze en una gran ciudad superior a Cracovia y en la última mitad del siglo XIX se comenzó a rodear la ciudad de murallas de ladrillo, de las que aún hay vestigios en Krzemionki. Finalmente, en el ano 1915, durante la primera guerra mundial, Podgórze fue integrada dentro de la antigua capital polaca, Cracovia, que duran- te su crecimiento de los siglos XIX y XX incorporó con el tiempo muchos pueblos vecinos que hoy forman barrios de nombres his- tóricos como Dębniki, Ludwinów, Zakrzówek, Lagiewniki, Borek Fałęcki, Kobierzyn, Płaszów (la zona del campo de concentración nazi-alemán en la Polonia ocupada), Prokocim, Piaski Wielkie y Swoszowice entre otros muchos. El centro de Podgórze lo ocupa la plaza del mercado, con la preciosa iglesia neogótica de San José, levantada a comienzos del siglo pasado según un proyecto de Sas Zubrzycki. La magnífica torre de la iglesia es la reproducción de una de las torres de la iglesia de Santa María, el principal templo de la Cracovia medieval, uno de los más bellos monumentos góticos de Polonia. Entre los varios puentes que unen Podgórze con Cracovia destaca el puente de Józef Piłsudski, construido en el ano 1933. Después de atravesar el puente sobre el Vístula me encuentro con la amplia plaza de los Héroes del Gueto (la Bohaterów Getta). Está tranquila, sin gente que la atraviese, solamente unas pocas personas aguardan la llegada del transporte en una parada. Antes de la guerra se la conocía como la plaza Zgody y del ano 1941 al 1943 fue el lugar principal del gueto cracoviano.
César Antonio Molina
Notes do prowadzenia prywatnych zapisków, ilustrowany archiwalnymi fotografiami Krakowa – od Sukiennic po Nową Hutę – oraz tekstami znanych poetów, prozaików i pamiętnikarzy, których losy i twórczość w taki czy inny sposób splotły się z dziejami podwawelskiego grodu. Lirycznie, nostalgicznie, satyrycznie - tyle tonów tej piosenki o Krakowie, ile głosów z przeszłości i teraźniejszości.
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